jueves, 26 de agosto de 2010

HARA - KIRI

HARA-KIRI



Konichiwa. Llevo años escuchando a mucha gente (representantes, bloggers, colegas de trabajo, proveedores, clientes, amigos de otros sectores, etc.) decirme lo que debo y no debo hacer en mi negocio; lo que está bien para mi punto de venta y lo que está mal.

Uno de los que más me hostigan con lo que está bien y mal es nuestra amiga Central de Compras. Me dice cómo debo comprar, en qué marcas debo concentrarme para llegar a esos jugosos descuentos y Rappels. Siempre están diciéndome que debo sumar y nunca, nunca, restar. Me dicen, también, qué marcas son las de que tienen más glamour y cuáles no tienen tanta chispa. Se permiten el lujo, además, de decirme que hay subsectores a los que no debo ni acercarme, como la moda o el outdoor técnico. Quieren evangelizarme con la Biblia de concentrados.

No contentos con esto, también hacen hincapié en cómo debo decorar mi tienda y me dicen qué rótulo es más sugerente. Me cambian el nombre de mi negocio, un nombre que durante años toda la familia ha llevado en el corazón. Me facilitan unos pijamas de verano -¡muy bonitos!- para que mis dependientas vayan de uniforme (por cierto, les agradecería que los hicieran de tallas normalizadas, no para anoréxicas). Con todo esto tengo, según ellos, un futuro repleto de éxitos asegurados; estoy en buenas manos y no queda ningún cabo por atar. De aquí, al estrellato.

Por si fuera poco, una de las Centrales de referencia se permite el lujo de abrir puntos de venta en las ciudades importantes donde no tiene presencia ¡Qué osados! ¿verdad? Si nadie se quiere adherir a nuestro grupo, pues me permito la valentía de abrir. Con dos cojones. Visto lo visto, el éxito está asegurado. El problema es que esta semana la caverna mediática me ha informado de que la central en cuestión tiene que cerrar varios puntos de venta (que abrió anulando pedidos a proveedores de la próxima campaña). No entiendo cómo han fracasado. Se escapa de toda lógica; si tienen acceso a todas las marcas y a sus directivos, ¿cómo puede ser? Igual no compran con descuento o no saben convertir el Rappel en acciones de la central.

Como dijo Napoleón, "cuando el enemigo se equivoca no lo entretengas". Obviamente esto es un fracaso estrepitoso de la gestión y, lo más preocupante, es que quienes dirigen el futuro de las Centrales de compra son lo mismo de siempre, sin que haya ningún cambio. No creo que pase nada si alguien deja su lugar a gente con más empuje y más ideas. Es más, seguramente no hace falta que tenga muchas ideas, sino pocas y brillantes. Y si han cerrado negocios, que no intenten hacer de tenderos desde tan lejos de sus negocios y de sus clientes. Pero claro, la central entiende de todo… y así le va.

La caverna mediática me ha informado de que cuando algún miembro de la asociación pregunta cómo van los negocios de OverSeas, qué rendimientos hay y qué plan de expansión tienen, la respuesta es contundente y desagradable. Me parece que alguno aún no se ha dado cuenta de quién paga la factura a final de mes y de que el asociado, que es quien se juega cada euro que invierte, espera un retorno... como lo espera un inversor.

Muchos no se dan cuenta de que en los dirigentes tenemos puesto nuestro futuro y que de su toma de decisiones depende nuestro rumbo. Con el dinero de la Central yo también monto una tienda de helados en la mejor calle, pero tengo muy claro que Mr. Subvenciones no mira la inversión como Mr. Hipoteca, y cuando hay que invertir y hacer cálculos para ver cómo devuelves el crédito, miras hasta el último euro.

Arigato amigos. Y espero no haberos enfadado más de lo que yo lo estoy ahora... y que las aventuras las veamos en el cine de verano.


Rocco Puig
El Roquero del Sector

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